Un avión de combate MiG 21 de la Fuerza Aérea siria ha aterrizado este jueves en Jordania en una acción que activistas de la oposición consideran la primera deserción a los mandos de una aeronave desde el arranque del levantamiento contra el régimen de Bachar el Asad hace 15 meses. El ministro de Comunicaciones jordano, Sami Maaytah, ha manifestado que el piloto ha pedido asilo político.
La televisión estatal siria había informado a primera hora de esta mañana de la pérdida de contacto con uno sus aviones MiG 21, al parecer pilotado por un coronel de la Fuerza Aérea siria --posteriormente identificado como Hassan Hamada-- que se encontraba realizando labores de entrenamiento en el espacio aéreo del país.
A las 10.45, el ministro Sami Maaytah, informó del aterrizaje de emergencia de un avión de combate con bandera de siria en la base de Rey Hussein, en la localidad de Mafraq, al norte de Jordania y muy cerca de la frontera siria. Según la información difundida, varios cazas jordanos escoltaron a la aeronave hasta la base, una vez detectada su entrada en el espacio aéreo.
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Los oficiales gubernamentales no han querido ofrecer más detalles ni existe aún comunicado oficial por parte del Reino Hachemita, aunque según fuentes citadas en la prensa de Jordania, el gobierno podría estar valorando la solicitud de asilo del piloto.
Un portavoz del Ejército Libre Sirio (ELS) , Ahmad Kassem, aseguró a Reuters que el piloto había desertado del ejército regular de Bachar el Asad.
Se desconoce si el piloto sirio había recibido órdenes de sus mandos de atacar enclaves controlados por las fuerzas opositoras. Hasta el momento la élite militar siria ha evitado el empleo de sus cazas para bombardear las bases de la oposición, aunque sí utiliza habitualmente artillería pesada y en las últimas semanas helicópteros, especialmente en la provincia mediterránea de Latakia, de donde es oriundo el clan alaui de los Asad.
Ante la avalancha de refugiados llegados en los últimos meses a Jordania, su gobierno anunció esta misma semana el cierre de su “frontera abierta con Siria”, con un régimen muy flexible de entrada para acoger a los miles de sirios que huyeron del país desde que comenzaran las revueltas hace ya más de 15 meses.
Según estimaciones del gobierno jordano, 125.000 sirios se encuentran en el interior de su territorio. De momento, Jordania ha prohibido la entrada de los varones con pasaporte sirio llegados sobre todo a bordo de vuelos procedentes de países cercanos como Líbano o Emiratos Árabes.
Fuentes oficiales del Reino Hachemita aseguran estar desbordadas ante la avalancha de refugiados que reciben a través de su frontera con Siria, entre los que han sido detectados, de acuerdo a sus informaciones agentes de Bachar el Asad que se hacían pasar por refugiados sirios para cruzar al lado jordano y asesinar allí a las desertores de las tropas del ejército regular de Bachar el Asad.